viernes, 31 de octubre de 2014

NOVELA


NOVELA


LAS NOCHES


Mi nombre es Annabelle, soy una mujer extrovertida de 24 años de edad, cabello negro lacio como el de mi padre, 1,72 de estatura, los ojos son del color de mi madre, contextura delgada, la silueta perfecta como solían decir muchos de los que caían rendidos a mis pies; pero en fin, Estudie negocios internacionales, viví sola, pues siempre fui independiente, mis padres casi ni los veía, mi mamá una mujer dedicada, de tez blanca, rubia, ojos verde esmeralda, una persona negocios y viajes, mi padre un economista muy éxito por cierto, guapo, o eso pienso yo, cabello negro, tez trigueña. 


¿Cómo es mi vida? que puedo decir de ella si como dicen mis amigos he sido una mujer privilegiada, nunca me había puesto tan siquiera a pensar por que lo decían, pues siempre he sido una persona que no vive del qué dirán y mucho menos pienso en moralidades absurdas que lo único que hacen es que las personas no hagan lo que desde muy adentro de su ser desean hacer, relajada, un poco quizás; he viajado por el mundo, conocido gente de aquí y de allá, hablo tres idiomas, inglés, italiano y belga.


Me gustan los lujos, como a toda chica, pues mi mundo siempre ha estado rodeado de banalidades; ¿qué como describo? eso sí que me hace reír, me encanta salir de rumba, ponerme ropa ligera para que todos me admiren, bailo sensual para provocar a los hombres, consumo marihuana hace 4 años para disfrutar plenamente en estos encuentros, tengo sexo, me encanta y más aún cuando no conozco al tipo de esa noche, porque al otro me daría pereza verle la cara, pues no me gustan los compromisos y menos tener que rendirle cuentas a nadie, siempre he vivido para mí y así estoy bien o eso creía hasta esa noche, cuando sin saber cómo y porqué empecé a vivir en carne propia el miedo, la intriga pero también la pasión desmedida que nunca antes había conocido, un misterioso encuentro que devoraba mis noches de eterna lujuria y que marcaron para siempre mi vida.



Ese día lo recuerdo como si hubiera sido ayer, me arregle temprano como de costumbre, me puse unas sandalias muy altas color plata, una falda negra brillante perfecta para la ocasión y una blusa ajustada con un escote profundo en mi pecho y espalda, que definía muy bien mi figura, maquille mis labios, aplique loción sobre mi cuello, esta lista para salir.



Al salir, el chófer que tenia me estaba esperando, al verlo le dije buenas noches Roberto, y él contesto buenas noches señorita, si me permite decirle se ve muy bien, me quede mirándolo y le agradecí por su cortesía, en ese instante abrió la puerta del carro, subí a él, y me quede pensando en lo que el conductor me había dicho, él siempre me había parecido un hombre muy atractivo pero nunca lo había podido ver con otros ojos, para mis padres eso sería algo impensable, por esta razón él y yo nunca llegaríamos a nada, aunque a la vez eso me excitara.



Mientras yo pensaba. -Roberto me miró diciendo: - señorita, señorita ¿le pasa algo? - desconcertada, dije no nada ¿por qué?, - a lo que él respondió: Es que llevo unos minutos preguntándole hacia donde nos dirigimos,- sonriente dije, vamos a penthouse 180, este era uno de los mejores bares de música electrónica de la ciudad.



Al llegar, le dije al chófer que le llamaba al rato si lo llegaba a necesitar que se podía marchar; espere que se fuera, eran las 11 de la noche hacia un fuerte viento, encendí un cigarrillo y lo fume mientras esperaba a Camila una amiga casual que recientemente había conocido; en ese momento alguien pito en su carro era ella, - la salude de beso en la mejilla y entramos al bar, nos ubicamos en una mesa y en ese instante el mesero se acercó -diciendo:


- bienvenidas a Penthouse, mencionando los licores que vendían, decidimos pedir dos cócteles, mi amiga dijo yo quiero un B52, a lo que pregunto el mesero ¿para la dama? respondí, a mí un Mint Julep, enseguida se los traigo.


Bailamos sin parar esa noche, consumí drogas, sentía que mi mente se elevaba, mi cuerpo se movía suavemente al ritmo de la música, todo era grandioso; esa noche se acercó un hombre muy guapo, tenía el rostro barbado, ojos cafés intensos, cejas pobladas y ni que decir de su cuerpo, era quizás el hombre con el que sueñan muchas mujeres y a decir verdad yo no era la excepción; se acercó a mí diciendo ¿quieres un trago? al comienzo me negué y solo bailamos, después me dijo: - que si quería algo mucho más fuerte y acepte.


Luego solo recuerdo que pasamos parte de la noche en ese bar, reímos a carcajadas; no era como los demás hombres que había conocido en el pasado, con los otros simplemente quería calmar mi deseo loco pero de ahí no pasaba, sin embargo, con éste teníamos química, además no solo lo quería llevar a mi cama, sino quería embriagarme con sus besos, perderme locamente en sus brazos fornidos, hacerlo toda la noche hasta extasiarme por completo, era un hombre que no tenia punto de comparación.


Su cuerpo rosaba el mío al besarnos, estaba tan excitada en ese momento que mis bellos y floridos senos se encontraban erguidos del placer, no nos importaba nada, para mi estábamos solo los dos viviendo aquel momento, que la gente nos viera, eso era lo menos en lo pensaba. Después unas horas de besarnos intensamente salimos, me despedí de Camila que estaba igual o más perdida que yo y ni cuenta se dio que salí.


Era madrugada, el deseo nos invadía, subí a su coche y nos fuimos a un hotel, al llegar a ese lugar, rápidamente nos dirigimos a una habitación, entramos y él empezó a besarme y yo a subir lentamente con mis manos por su espina dorsal, su piel se conectaba con la mía como si fuéramos dos cuerpos celestes en medio de la nada, desabrocho mi falta y con sus labios suavemente lamió mi abdomen, mi corazón palpitaba tan rápido que parecía como si se fuera a salir de mi pecho, estamos sumergidos en un profundo viaje a la tierra del placer.


Cuando amaneció, me levante me puse la ropa, cogí el teléfono y llame a servicio a la habitación para que enviaran un taxi y me marche.


Ese día me quede pensando en lo maravilloso que había vivido con aquel misterioso hombre, sin embargo, decidí no darle mayor trascendencia porque sabía que era cuestión de una noche, una noche deliciosa que jamás había esperado vivir.


EN MEDIO DE LA SELVA

10 a.m. suena el celular era Antonio ¿Antonio? Pues la verdad en ese instante no recordaba conocer a nadie con ese nombre; - me dijo amor tan pronto me olvidaste, a lo que respondí: No conozco a nadie con ese nombre, además que son estas horas de llamar y colgué.


Seguí tratando de dormir y volvió a sonar mi celular, ¿quién molestara a estas horas? conteste, amor soy Antonio, no sé quién diablos eres, ni me interesa, estoy dormida, ya déjame en paz.


¿Acaso no te gusto la noche tan genial que vivimos? - de inmediato quede sentada en mi cama, recordando ese encuentro apasionado que había vivido con aquel hombre que me había hecho sentir plena, sin embargo, respondí para mí solo fue cuestión de una noche que ya no recuerdo.


-Me dijo que si podía verme otra vez y yo le respondí, quizás otro día. Te llamo después, duerme y colgó el teléfono.

Luego de esa llamada me levante, me arregle y volvió a llamarme; al comienzo me dio mucha pereza escucharlo pero decidí seguir su juego, igual yo solo quería pasar bueno y él no era malo en la cama así que acepte su invitación. 


Cuando nos encontramos charlamos un poco y después decidimos ir a bailar pues era fin de semana y la ocasión lo a meritaba, sin embargo, antes de ir al bar, Antonio me pregunto que si podíamos pasar primero a un lugar muy especial a conseguir unos dulces ¿dulces? Pregunte, si algo para relajarnos, respondió Antonio.


-Le dije claro sí, quiero perderme nuevamente contigo, nos besamos y respondió esa es mi chica.
- Me quede mirándolo y le dije jamás digas eso, yo no soy de nadie, que te quede claro, los dos pasamos bien pero eso es todo.



Llegamos a un lugar un poco peligroso, solo veíamos gente de muy mal aspecto, le pregunte que donde estábamos y me dijo: Bienvenida al Bronx.


-¿El Bronx? Dije, este es el peor lugar de esta ciudad, yo no quiero estar aquí, esta gentuza nos puede hacer algo. Sin embargo, él me dijo que no me preocupara que en ese lugar él era que muy conocido y que solo íbamos hacer algunas compras y nos íbamos.


Aterrada me baje del carro y entramos aquel lugar, había gente de todas las edades, vendían de todo, marihuana, cocaína, bazuco, tachas etc.

Ese enigmático lugar es todo lo que uno no se alcanza a imaginar, allí se podía fumar a cualquier hora, en cualquier momento, la cantidad que uno quisiera porque elaboran y comercializan la droga, este sitio tenia se propia seguridad, allí no se permitía que se robara a los clientes, incluso existen taquillas donde los expendedores vendían bolsas que contenían aproximadamente 100 dosis por si llegaba haber algún operativo por parte de la policía, fuera fácil salir de ellas, lo que más me sorprendió fue la cantidad de gente haciendo fila para comprar una dosis, se empujaban, casi se mataban para no quedarse por fuera. Esto era algo similar a cuando las personas se enteran que están regalando un plato de comida gratis.


En el Bronx no solo comercializan sustancia psicotrópicas sino que también tiene un sitio para ejercer la prostitución, un pequeño lugar sin reglas de solo tres cuadras donde convive la miseria humana, el trabajo sexual, el trago, la droga y el placer absoluto.


Al comienzo me sentí incomoda pues nunca había estado en un sitio así. Cuando quería consumir mis amigos me la vendían o le decía Roberto que me la consiguiera, pero después con todo lo que vendían, mi prejuicio se fue a la mierda, todo era muy barato y podíamos comprar lo que quisiéramos a demás que me podía pasar, si ese sitio podía ser un basurero pero era muy seguro y yo me moría de la ansiedad por consumir.


Antonio me dijo este es el mejor lugar del mundo aquí el mercado es grande a lo que respondí, esto es una nota.

Esa noche un hombre de confianza de Antonio le vendió algunas cosas y nos fuimos de ese lugar; en el carro nos inyectamos Heroína, pusimos música a todo volumen, no pasaron más de 8 segundos para empezar a sentir una oleada de sensaciones placenteras un ‘flash’, una sensación de placer muy intensa, estábamos eufóricos; sentía una satisfacción increíble algo mucho mejor que un orgasmo.


En ese instante llegue a pensar que esa noche era la mejor de todas, Antonio me agradaba pues teníamos gustos similares, era un hombre que no le prestaba atención a los prejuicios al igual que yo nos valía lo mismo lo que la gente pensara, era nuestras vidas y solo vivíamos para complacernos.







VIVIENDO EL MOMENTO



Luego de inyectarnos Antonio le dijo a su chófer que nos llevara a penthouse 180, pues debíamos aprovechar ese fin de semana por que yo me iba de viaje donde mis padresasí que decidimos que esa noche era de nosotros.

Recuerdo que nos sacaron del bar porque ya iban a cerrar. Antonio se molesto porque nos pidieron que nos marcháramos, saco de su cartera un puñado de dinero y les dijo: 

- ¿Es que mi plata no vale?, quiero hablar con el dueño y arrojo el dinero en sus caras, - yo le dije: Basta, vámonos que estos solo son simples asalariados.


Mientras esperamos un taxi sucedió lo impensable, llegaron unos tipos de aspecto poco habitual, nos amenazaron con un revólver, amarraron mis manos y pies, Antonio intento defendernos pero fue imposible eran muchos, así que al él lo cogieron a golpes, puede ver como uno de esos hombres le dio golpe tan fuerte en la cabeza con un arma que cayó a mis pies.

A la fuerza nos obligaron a subir a una camioneta, maniatada y encapuchada, lo primero que pensé fue que me iban a violar o tal vez nos iban a secuestrar porque sabían la posición económica que teníamos.


Horas después me descubrieron el rostro, lo único que hice fue escupir la cara de aquel hombre de aspecto desagradable y le reclame una explicación del porque a nosotros.


Le dije: Quiere plata cerdo asqueroso, ¿eso es lo que quiere?, pues yo se la doy, o es que se cree muy hombre por que nos tiene maniatados.

Me miró burlándose y sin pensarlo me abofeteó y dijo:

- reinita se acabo el paseo y dígale a su amiguito que deje de ser tan llorón que él sabe por qué están aquí, parecen rápidamente no colme más mi paciencia sino quiere que los mate.

Voltee mi rostro a donde estaba Antonio y dije:

- despierte, por favor, Antonio despierte nos van a matar, por favor.

- como puedo él me miró y juntos nos levantamos, nos sacaron de la camioneta e hicieron caminar por horas, yo no aguantaba mis pies, pues tenía que caminar descalza, saque valor de donde más pude, pero por dentro sentía mucho miedo por lo que pudiera pasarnos, mis manos temblaban, me invadía la incertidumbre de no saber qué sería de mí, porque al fin y al cabo Antonio era un aparecido más.

No entendía aún el por qué nosotros estamos en esa situación; aunque no dejaba de rondar por mi cabeza lo que aquel hombre me había dicho.

Cansada de tanto caminar le dije: Antonio ya no puedo más necesito descansar.


Antonio le grito a uno de los hombres- oiga imbécil no ve que ella no puede más prefiero que nos maten pero necesitamos descansar.


Uno de los hombres murmuro con el otro y dijeron: - esta noche vamos a quedarnos aquí el camino es largo y parece que una tormenta se avecina así que acomódense princesas, burlándose nuevamente de nosotros.


Nos dieron agua de un estanque que más parecía donde acostumbraba a bañar a mis perros que otra cosa, bote el agua y les dije: - Acaso no ven que eso ni siquiera un pobre animal puede consumir.


Ellos me miraron y dijeron: Mire lo que dice la reina, que esto no es digno de su majestad; perdónenos princesa por no atenderla como se lo merece, pero le tocará tomárselo porque no hay más.


Antonio solo me dijo que no dijera nada que me callara porque si no nos podían hacer algo mucho peor, entonces lo miré y le dije cállese la jeta usted, que por su culpa estamos metidos en esto, así que no me venga a dar órdenes.


Esa noche puedo decir que fue la peor de todas, estaba rodeada de de dos hombres que en su momento tenían en sus manos mi destino, que irónica es la vida, antes yo jugaba hacer la mala, a que nada me importaba y que hacia sufrir a mis anchas, ahora solo sé que estaba con Antonio en medio de la nada sin un rumbo fijo, sin saber que estaría pasando por mi casa y si mis padres sabían lo que estaba sufriendo.


LA NADA 


Desconcertada, solo pensaba por qué me estaba pasando esto a mí, si realmente Antonio tenía algo que ver con esos hombres.

Sin embargo, yo no era capaz de reclamarle nada, pues quien era yo para decir algo, si al igual que él, mi vida era un completo desastre, pero también me ponía a pensar que, que culpa tenía yo para pagar por los errores de otro, en el fondo sabía que si callaba y no le reprochaba nada era porque lo necesitaba para mi plan, así que solo decidí aceptar mi destino en ese instante al lado de Antonio.


Esa noche me desvele, era imposible concebir el sueño, estaba en medio de la nada, solo podía pensar en que unos instantes a tras yo me quejaba por que dormía en un cama lujosa, por la comida, porque que lo tenía todo y ahora estaba tirada en el suelo con mi ropa sucia, mis pies con llagas y durmiendo en la tierra con una almohada de rocas, qué irónica es la vida pensaba constantemente.


Al llegar la mañana, maltratada por las rocas y con la incomodidad porque estaba atada, escuche que a uno de los hombres le sonaba el celular y sostenía una conversación con otra persona.


En esa charla telefónica uno de los secuestradores dice: - jefe la mercancía esta completa, pero nos toco cargarnos a una vieja por que el man no estaba solo.


Yo me hacia la dormida para escuchar detenidamente algo que me diera la explicación de lo que nos estaba pasando.
Por lo menos ya había escuchado que él que hablaba por teléfono se llamaba Felipe esa ya era una buena pista.
Fijamente seguí escuchando...


-Jefe decía aquel hombre, que hago con la vieja, ¿la mato o se la llevo viva? aunque si usted me da la orden yo quiero hacerla mía antes de darle piso, es que la condena está muy atractiva.
Yo solo decía en mi mente, debo escaparme, tengo que buscar la manera de irme.

Colgó la llamada muy molesto y dijo: - Despierten debemos irnos el jefe nos espera y usted princesa está de buenas por que el patrón la quiere conocer.


Es día caminábamos sin parar mientras tanto yo le dije cuidadosamente sin que nos vieran a Antonio que debíamos escaparnos, que había escuchado una llamada y que estábamos en graves problemas que nos iban a matar.

Él solo me dijo: cuál es el plan.

Entonces yo le dije: La única forma es ganándonos la confianza de uno de ellos.

En ese momento, uno de los hombres me miró y dijo: - se callan los tortolitos, qué tanto es lo murmuran.
Conteste, necesito ducharme.


Felipe el más joven de los secuestradores dijo:- Esta bien más adelante queda un río allí podrán ducharse y beber agua.

Seguimos caminando, pero ya no podía más el cansancio me invadía, mis pies y manos estaban maltratadas, las sogas que me habían puesto, habían destrozado por completo mi piel, formado llagas profundas a su alrededor, sin embargo, sabía que no debía darme por vencida que yo podía salir viva de esto y vengarme, así que decidí continuar para poner mi plan en marcha.
Cuando estábamos cerca al río me dirigí a Felipe y le dije: - ¿Ahora si me puedo bañar? Él me dijo claro y su amigo también.


Entonces rápidamente me acerque y le dije a Antonio que me dejara ir sola y que yo hacia lo posible por poner de nuestro lado a Felipe y que mientras tanto el distrajera a el otro secuestrador y así podríamos ganar tiempo para nuestro plan.
Antonio acepto y le dijo a Felipe que él esperaba que primero fuera Annabelle.


Entonces Felipe hablo con su compañero y decidieron dividirse, que yo fuera con Felipe y Antonio se quedara custodiado con el otro tipo.

Bajamos hacia el río y le dije a Felipe ¿le puedo pedir un favor? puede desatarme para limpiar mis heridas y dejarme sola es que necesito un poco de intimidad para ducharme, yo no me voy a escapar.


A lo que respondió Felipe riéndose – ¿usted me cree estúpido? me acerqué y le dije para nada, entonces accedió a quitarme las sogas.

Luego seguí con mi plan y empecé a seducirlo diciéndole: -Usted me parece una persona muy atractiva y no veo que deba estar al mando de nadie, además los dos podemos hacer cosas muy ricas y voltee mi espalda, me quite la ropa para ducharme.


Lave mis heridas, desabroche mi sostén voltee a mirarlo y dije: - Te gusta, si tu quieres puedo ser tu ya, ven no le temas a nada que nadie se tiene por que enterar.


Al comienzo Felipe se mostraba desconcertado por lo que le decía, pero algo que yo si tenía claro era que le gustaba, entonces era mucho más fácil seducirlo.


Lo bese y él me retiro, me dijo: - Usted está equivocada yo no sigo órdenes, fijamente se quedo mirándome, me cogió la cintura y me beso.


En mi mente solo decía que pase lo que tenga que pasar, nos besamos, después él se mostró un poco tenso porque no sabía que en algún momento su compañero nos podía ver, así que paro de besarme y me dijo báñese rápido y nos vamos por que nos deben estar preguntado.

Seguí bañándome, él me miraba y me miraba sin embargo, no se atrevía a nada.

Luego me puse la ropa, ato mi manos nuevamente y mientras lo hacía le pregunte ¿Qué le paso?Porque paro, si usted me beso como nadie lo ha hecho. Seguí mi recorrido.


Mientras tanto Antonio había logrado conseguir distraer tanto al otro secuestrador que sin imaginarme le quito el teléfono celular que Felipe le había dejado.


Al llegar el tipo le reclamo a Felipe la demora diciendo: -usted si es mucho pendejo ¿cuál era la demora? Entonces Felipe le dijo: No la venga a montar Carlos que la vieja estaba muy maltratada y no podía caminar muy rápido o porque no fue usted.

Cuando dijo Felipe, Carlos, nos enteremos del nombre que aquel hombre tenía. Ya empezábamos a tener más pistas, ahora solo falta seguir con nuestro plan. 



Cuando llegamos Antonio me contó que le había quitado el celular a Carlos y que eso nos podía servir cuando nos escapáramos.


Yo le conté que le había sembrado la duda a Felipe que más pronto de lo que pensábamos nos podríamos fugar.

Mientras tanto Felipe y Carlos discutían fuertemente porque no encontraban el celular, Felipe le reclama diciendo: 

-Usted como es de imbécil, no le puedo dejar nada porque todo se le pierde ¿Dónde está? Dígame que hizo mi teléfono.

Carlos dijo hermano fresco yo se lo pago, además eso es su culpa, ¿por qué tanta demora con esa vieja?

Rápidamente Felipe cambio el tema y le dijo que se concentraran en terminar la vuelta que ya estaban cerca de donde se encontraba el Jefe, que no pelearan por pendejadas.

Seguimos caminando en medio de las trochas, no se veía nada por ningún lado, solo árboles aquí y allá, lo único que me consolaba era que ya estábamos logrando el objetivo y era hacer que los dos secuestradores se pelearan y segundo había logrado sembrar dudas en Felipe que ya empezaba a tener un trato más amable conmigo.

Sin embargo, sabíamos con Antonio que no debíamos darle más largas al asunto y que debíamos tomar una de las decisiones más difícil de todas y era planear la el día de la Fuga, antes de que llegáramos a donde el verdadero cabeza de todo este problema.


Se acercaba la noche, aún seguíamos caminando entonces Carlos dijo: Hermano todavía nos falta mucho descansemos un poco y mañana continuamos, en ese instante sonó su teléfono…


Patrón ¿me escucha, me escucha? Es que la señal esta mala, ya casi estamos cerca al sitio de la entrega, hemos tenido algunos contratiempos pero tranquilo que eso llega para el día pactado.


Carlos llamo a Felipe aparte y le dijo: El patrón quiere que lleguemos antes de lo previsto así que hay cambio de planes a penas amanezca tenemos que partir para la tramoya.


Entonces Felipe le dijo: ¿la tramoya? Porque si ese sitio queda muy cerca del pueblo alguien nos podría pillar y se nos pueden dañar los planes.


Carlos le dijo: Eso fue lo que el jefe ordenó y las ordenes usted sabe que se cumplen así que no me venga a revirar.
Así que Felipe no le quedo más remedio que aceptar.



Mientras eso ocurría yo le decía a Antonio, cuando nos vamos a fugar no podemos esperar a que pasen más días, porque ya no nos quedaba mucho tiempo y en cualquier momento nos pueden matar.


Esa noche decidimos planear todo, porque al día siguiente iba ser el gran día que tanto anhelábamos.


Así que sabíamos que debíamos hacerlo en el día, porque no conocíamos muy bien donde nos encontrábamos y si entamábamos cerca de algún pueblo o no, solo sentíamos silencio.

Esa noche aproveche para acercarme un poco más a Felipe, para tratar de sacarle información sobre lo que habían hablado con Carlos.

...
Esa noche esperé a ver quien tenía que hacer guardia, cuando me entere que Felipe lo tenía que hacer y que Carlos iba a dormir, llame cuidadosamente a Felipe y le dije: ahora si podemos continuar lo que no pudimos hacer esta tarde.


Se quedo mirando y me dijo parece. Amarro a Antonio a un árbol para que no pudiera huir y a mí me llevo aparte.


¿Qué es lo que quiere de mí? me dijo Felipe, yo le dije esto, y me quite la ropa. Él me quedo mirándome y me dijo ¿Qué está haciendo? Le respondí solo quiero dejarme llevar, además usted me encanta, quiero tener sexo con usted, yo se que le gusto y eso no me lo puede negar.


Entonces él me accedió, mientras lo hacíamos, pensaba que esa era la oportunidad para escapar, que si no lo hacía ahora, tal vez mañana iba hacer más complicado y no iba a tener las mismas oportunidades.


Aunque no puedo negar que aunque yo siempre había estado con muchos hombres por tener sexo, esta vez lo hacía por salvar mi vida.


En ese instante algo inesperado sucedió, apareció de en medio de la nada Carlos, quien dijo: ¿Qué está sucediendo aquí? Asustado Felipe subió su pantalón y no sabía que decir, entonces Carlos le dijo:

- Este es mucho pendejo por qué no me invito riéndose, que tienes ahí, vaya, vaya que rica sorpresa, me la quedo.


Asique Carlos se acercó a mí, me tomo del cabello y lanzo al suelo diciendo: Esta es una mujerzuela.

Felipe intento defenderme pero Carlos le refuto que si no lo dejaba disfrutar lo mataba y le confesaba todo al jefe, así que Felipe no pudo hacer nada y se marcho diciendo toda suya voy a ver que el man siga donde lo deje y no se vaya a escapar.

- Carlos respondió vaya que usted ya se dio su banquete ahora me toca a mí.

Carlos me accedió violentamente, era un hombre asqueroso, salvaje, me cogía como yo si fuera un animal.

Sin embargo, yo trataba de luchar para que no me hiciera nada pero era imposible, así que mientras él estaba encima mío, cual animal tras su presa, yo pensaba como podía zafarme de esa situación y huir; en ese momento recordé que Felipe por su afán había dejado un cuchillo muy cerca con el cual había desatado mis manos, como puede empecé a buscarlo cuidadosamente.

Carlos ni cuenta se daba de lo que pasaba por que estaba perdido en el placer que sentía al hacer suya, solo decía: - usted está muy buena.


Cuando encontré el cuchillo lo cogí rápidamente y le propine varias puñaladas a Carlos en su espalda quien quedo tirado en el suelo, cogí mi ropa huí tan rápido como puede.

En medio de la lucha por salvar mi vida, decidí dirigirme a donde estaba Antonio. Para tratar de ayudarlo pero Felipe estaba allí, sabía que debía ser muy ágil para que él no se percatara de la situación.


En ese momento Felipe se retiro del sitio para ir a ver qué pasaba con Carlos porque ya había pasado tiempo y el no aparecía, mientras tanto yo estaba escondida en medio de los arbustos.


Espere a que se marchara y corrí donde se encontraba Antonio diciéndole, no digas nada, dije cambio de planes debemos fugarnos ya no hay más tiempo.


Trate de desatarlo pero me invadía la angustia de que llegara Felipe así solo pude desamárralo del árbol.

Antonio me dijo: Esto es una locura nos van a matar y nos marchamos.

Cuando Felipe se percato de la situación trato de seguirnos. En medio de los disparos nosotros corríamos sin parar, pero una de las balas hirió a Antonio quien cayó al sobre el pasto, yo me devolví para intentar auxiliarlo pero él decía

- déjeme aquí huya porque si no lo hace la van a matar, este es mi destino pero no el suyo.

-Le dije no diga bobadas y más bien camine; lo ayude a parar y seguimos pero fue imposible Felipe nos alcanzo.

Nos apunto con el arma diciendo: - ustedes que pensaban, que si iban a escapar tan fácil.

Quien va hacer el primero – la mujer o el hombre repetía, Felipe apuntándonos con el arma.

-Yo solo decía, si nos mata no va a sacar nada, yo le puedo dar mucho dinero.

Felipe decía cállese mujer, que usted me utilizo porque quería escapar.

Antonio intercedió diciendo: Piénselo bien hermano si nos mata, lo va a perder todo, no va a ver dinero y su jefe apenas se entere lo pasar a mejor vida.

Cállese, cállese repetía constantemente Felipe.

Antonio al ver que Felipe no accedió a nada, se lanzo sobre él y empezaron a forcejear, en medio de la angustia cogí una roca y golpee repetidamente la cabeza de Felipe quien murió al instante.


Auxilié a Antonio pero el ya estaba muy mal, había perdido mucha sangre, solo medio gracias porque a pesar de todas locuras esta fue la mejor experiencia que tuve en mi vida y murió. Yo no sabía que decir, así que me quede tendida en suelo con Él en mis piernas. 


ANNABELLE Y SU PENSAMIENTO DE LIBERTAD
(Ensayo)



Aquí estoy yo nuevamente dirigiéndome a ustedes, pero esta vez no para nárrales mi historia, ni tampoco para arrepentirme por mi pasado. Siempre tuve muy en claro que mi vida la quería vivir al límite, desde muy pequeña deseaba ser libre, no estar sometida a leyes ridículas o moralistas que hace que las personas se abstengan hacer lo que desean, yo no he sido una mujer que siga reglas ni mucho menos las iba a seguir porque me las impusieran, quería ser diferente no tener esa vida monótona que tiene todo el mundo, vivir esclavizado por lo superfluo, eso no es vida o ¿ustedes creen qué vivir sometido es vida?, ahora bien, ¿en qué medida tenemos esa libertad que creemos tener cuando estamos sujetos a lo que nos dicen? Estas preguntas que ahora yo les hago, siempre habían rondado por mi cabeza, a veces solo pensaba que yo era la que no encajaba, hasta el momento en que me atreví a vivir sin pensar, explorar y conocer el mundo a mis anchas, hacer “locuras” que otros por temor no hacían, así me dedique hacer de mi vida lo que quería. Tal vez muchos me juzguen o quizás no lo hagan por como yo interpretaba la libertad.


Para mí, la libertad era como en su momento señaló (José María de Pereda)“la muerte de un hombre libre lava la ignominia de un pueblo de esclavos”[1] pues no concebía que libertad estuviera condicionada y que todos nos viéramos como un rebaño, además quien dice que no tenemos derecho a equivocarnos o que todo sea color de rosa, para mí equivocarme era una experiencia que me enseñaba a vivir, ser libre, ver desde otra perspectiva la realidad, por esto esa libertad con la que vivía me enseñaba aprender una nueva experiencia.

Por otra parte, estaba harta de tener una vida de princesa que con tan solo abrir su boca hace que por arte de magia llegue lo que desea por estas y muchas razones las drogas, las rumbas extendidas me daban la liberta que anhelaba, pasaron de ser encuentros casuales a ser el centro de mi vida, esto porque me permitía explorar, conocer nuevas personas, cada de ellas con una historia, un modo diferente de ser, pensar y ver la vida, sumergida en aquel mundo sentía que nadie me podía cuestionar, yo era dueña de mi propio destino.

No me importaba nada jugaba mi propio juego, ¿cambiar mi vida porqué decían que estaba equivocada? Jamás lo llegue tan siquiera a contemplar, era libre, era lo que había deseado.

No cumplía horarios, ni debía preocuparme por nada, o estar estresada por que algo no saliera bien, caminaba siempre sin un rumbo fijo estaba tranquila. No me imaginaba haciendo lo que hacia las demás personas que se encontraban esclavas tanto por el trabajo como por su familia y obligaciones.

Solo a veces me detenía a pensar porqué estas personas no veían que Vivían esclavas, acaso tenía razón el famoso autor (Schopenhauer. Pág. 76) cuando afirmó que “La necesidad es la esfera de la Naturaleza, y la libertad la esfera de la gracia.” [2] Manifestando con esta célebre frase que la libertad no radica en la posibilidad de hacer lo que las personas desean ¿Acaso era esto posible? Yo sabía que había algo verdad en las palabras de aquel autor, por eso tal vez esas personas se comportaban así, pero también decía ¿para qué tantos compromisos y obligaciones? si todos en algún momento nos vamos a ir desvaneciendo lentamente como polvo en el viento. 

Estos cuestionamientos siempre me daban la certeza de que yo tenía razón. A mi modo de ver, la libertad no radicaba en estar sujeto al mundo como una marioneta cumpliendo la voluntad de otros, a pesar de que esas acciones nos permitieran estabilidad, para mí esa estabilidad de la que tanto comentaba la gente se podía ir al mismísimo diablo.


Siempre he concebido que la estabilidad debe estar ligada a la paz consigo mismo, a la libertad del ser en todo sentido, por esto estaba en total acuerdo con aquel filosofo, escritor y novelista que alguna vez leí en la universidad (Jean Paul Sartre. Pág. 126) cuando señaló que “la libertad es el ser del hombre, es decir, su nada de ser”[3] este autor afirmaba que la libertad es determinación y elección, que si existiera una relación de causa- efecto dicha libertad carecería de todo sentido.
Por consiguiente, ¿para qué tener estabilidad cuando no hay libertad? el hombre es libre cuando hace lo que desea hacer, más no cuando está sujeto al deber ser o eso siempre he pensado esto, sin embargo, también me venían a la mente frases como la que mencionó en algún momento el padre del empirismo y liberalismo (John Locke. Pág. 6)cuando afirmó que “la mente es la raíz de la libertad. El hombre “posee la potencia de suspender la ejecución y satisfacción de cualquiera de los deseos... y así queda en libertad para considerarlos objetos de esos deseos”[4] con esta frase este autor sostenía que todos nacemos libres en la medida en que tenemos capacidad de razonar sobre nuestras acciones.

En conclusión ¿qué es libertad?, libertad es estar sujeto a normas o leyes que de algún modo nos condicionan, o quizás es saber que la leyes hacen que podamos vivir plenamente en libertad, como sea que la interpretemos vivimos libres cuando tenemos plena certeza de que, con las decisiones que tomemos para ejercerla no estamos afectando a nadie.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Poema Animado
















!Amor a primera vista¡

Nadie sabe lo que sentí al conocerte, 
nadie sabe el dolor de no tenerte,
nadie sabe como llegue a quererte 
y por eso nadie sabe que sonrió al verte.



Antología poética


   


  ENTRE SOMBRAS

El dulce olvido de la pena mía
Voy buscando en el sueño,
Más resurge tu imagen en las sombras,
Lo mismo que despierto.
La desesperación ha generado
Este dolor interno, y de nuevo me
Engaña la esperanza en un dichoso
sueño.  (C. EULATE SANJURJO)

Poemas Caligráficos



                                             Anhelados labios rojos


Carnosos y seductores labios rojos,
Delirio dulce que provoca
Devuélveme el aliento que robaste
 al besar el anhelado néctar dulce
de mi pequeña  boca



                                     
                EL VIAJERO 
Velero que viaja solo por el mar

y arrullado entre las inmensas olas va
déjame  recorrer alta mar
que tan solo quiero aventurar
en aquel hermoso mar
y así por un minuto poderme siquiera
embriagarme con tu silencio y total paz






      Otoño

Hojas que secas y marchistas
que con el fuerte viento 
aparecen sin parar 
anunciando  sin cesar
que las aves volando van 
porque  el otoño acaba de llegar

con su estado natural 


 Las estrellas y la luna   
Las estrellas y la luna
Brillan, brillan sin parar
Porque acaban de
Encontrar un rostro
Angelical  que ilumina sin parar
Aquella oscuridad

Las estrellas y la luna
Brillan, brillan sin parar
Porque acabas de llegar
Y sonriendo estas 

                                                                                                   
 Señora…

Señora de las mil caras
Deja siquiera  poder descifrar
Lo que aguarda tu corazón con gran pesar
Solo deseo poderte ayudar y también expresar
Con gran sinceridad Que aquel amor
Que un día no te supo valor no debes
  recodar y mucho menos  llorar







  AVENTURANDO 
Los pájaros se van,
el calor buscando van.
Por que Acaban de pasar
Por una ola invernal

Montañas de colores
Quieren encontrar
Para empezar a cultivar
Un muy tierno y fraternal hogar

Que deben empezar a crear
Para sus hijitos
Que creciendo Poco a poco  van

Arbustos verdes y frondosos
Esperan poder hallar


Para que los proteja cuando
Llegue la  tempestad